lunes, 21 de mayo de 2007

Henri Michaux
MI VIDA
Te vas sin mí, vida mía.
Ruedas,
mientras yo espero dar un paso todavía.
Siempre libras la batalla en otra parte.
De ese modo, me abandonas.
Nunca te he seguido.
Nada claro vislumbro en tus ofrecimientos.
Lo muy poco que ansío, nunca lo traes.
A causa de ese olvido, ¡es tanto a lo que aspiro!
A tantas cosas, casi al infinito...
A causa de ese poco que falta, que tú nunca traes.
***
LOS QUE FUI
Estoy habitado; hablo a los que fui y los que fui me
hablan. Experimento a veces la molestia de sentirme
extranjero. Los que fui constituyen ahora toda una
sociedad y acaba de ocurrirme que ya no me entiendo
a mí mismo.
-¡Acabemos! - les digo -. Yo he ordenado mi vida,
no puedo ya prestar oídos a vuestros discursos.
Que cada cual se tome su trozo de tiempo: vosotros
habéis sido, yo soy. Yo trabajo, escribo una novela.
Comprendedlo. Y mandaos mudar...
-¡Publícame, por favor!... - me espeta uno.
-¡Vaya!... ¡Hay cada pobre loco en mí
Vosotros vivisteis un año, dos años a lo sumo, en
común en mi pellejo y ahora queréis venir a dominarme,
a mí, que soy.
-Yo no quiero morir - dice uno que fui.
"Yo no quiero morir", y es sin embargo un escéptico.
Es así como uno se deja engañar. Y es también
así como se pierden tantas oportunidades. Se tiene el
deseo de escribir una novela y se escribe sobre filosofía.
Nunca se está solo en su pellejo.

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