De LUNA EN CAPRICORNIO
MICROONDAS
No me hago problemas con el Tiempo que pasa,
ni me hago cargo del río que fluye sin retorno
y su agua que no se bebe la misma dos veces.
Me aterra en cambio esperar segundo a segundo,
apoyada en el mesón contiguo al lavaplatos,
que se caliente ese plato de sopa de tomates,
y orír al fin tres veces el pip, pip, pip
mientras tu recuerdo que se escurre
se congela dentro del refrigerador.
MIRANDO LA TELE
Ante la urgencia de un salid sin duelo lágrimas corriendo,
siempre llantos prestados que brotan en los ojos del doliente
a causa de variados muertos ajenos, al parecer,
fueron más efectivos para hacer fluir los llantos propios.
Como que ante el yo soy otro, es decir,
ante esta pena mía que también es tuya,
se llorara con mayor desparpajo,
con mayor comodidad y provecho.
PUNTO DE FUGA
De qué estamos hablando.
No me vengan con huevadas,
dolor, lo que se dice dolor,
ese bicho punzante y preciso,
se mira a la cara solo
en un minuto.
En el instante en que ella
viene, viene, viene, viene
y se queda; se queda y,
en ese preciso instante
del consciento en tu morir
te hace a un lado,
y se instala para siempre
en el cuerpo del amado.
INDOORS
Se duerme como un ovillo de lana sin teñir
en una esquina de la cama queen
como un conejo pardo de ojos rojos
acurrucada en el rincón de un potrero,
sin entender por qué el cielo es tan grande
tan bello y tan lejano.
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