martes, 27 de enero de 2009


Jorge Luis Borges

LOS ESPEJOS

Yo que sentí el horror de los espejos
no sólo ante el cristal impenetrable
donde acaba y empieza, inhabitable,
un imposible espacio de reflejos

sino ante el agua especular que imita
el otro azul en su profundo cielo
que a veces raya el ilusorio vuelo
del ave inversa o que un temblor agita

y ante la superficie silenciosa
del ébano sutil cuya tersura
repite como un sueño la blancura
de un vago mármol o una vaga rosa,

hoy, al cabo de tantos y perplejos
años de errar bajo la varia luna,
me pregunto qué azar de la fortuna
hizo que yo temiera los espejos.

Espejos de metal, enmascarado
espejo de caoba que en la bruma
de su rojo crepúsculo disfuma
ese rostro que mira y es mirado,

infinitos los veo, elementales
ejecutores de un antiguo pacto,
multiplicar el mundo como el acto
generativo, insomnes y fatales.

Prolongan este vano mundo incierto
en su vertiginosa telaraña;
a veces en la tarde los empaña
el hálito de un hombre que no ha muerto.

Nos acecha el cristal. Si entre las cuatro
paredes de la alcoba hay un espejo,
ya no estoy solo. Hay otro. Hay el reflejo
que arma en el alba un sigiloso teatro.

Todo acontece y nada se recuerda
en esos gabinetes cristalinos
donde, como fantásticos rabinos,
leemos los libros de derecha a izquierda.

Claudio, rey de una tarde, rey soñado,
no sintió que era un sueño hasta aquel día
en que un actor mimó su felonía
con arte silencioso, en un tablado.

Que haya sueños es raro, que haya espejos,
que el usual y gastado repertorio
de cada día incluya el ilusorio
orbe profundo que urden los reflejos.

Dios (he dado en pensar) pone un empeño
en toda esa inasible arquitectura
que edifica la luz con la tersura
del cristal y la sombra con el sueño.

Dios ha creado las noches que se arman
de sueños y las formas del espejo
para que el hombre sienta que es reflejo
y vanidad. Por eso nos alarman.


EL SUEÑO

Si el sueño fuera (como dicen) una
tregua, un puro reposo de la mente,
¿por qué, si te despiertan bruscamente,
sientes que te han robado una fortuna?

¿Por qué es tan triste madrugar? La hora
nos despoja de un don inconcebible,
tan íntimo que sólo es traducible
en un sopor que la vigilia dora

de sueños, que bien pueden ser reflejos
truncos de los tesoros de la sombra,
de un orbe intemporal que no se nombra

y que el día deforma en sus espejos.
¿Quién serás esta noche en el oscuro
sueño, del otro lado de su muro?

UN CIEGO
.
No sé cuál es la cara que me mira
cuando miro la cara del espejo;
no sé qué anciano acecha en su reflejo
con silenciosa y ya cansada ira.

Lento en mi sombra, con la mano exploro
mis invisibles rasgos. Un destello
me alcanza. He vislumbrado tu cabello
que es de ceniza o es aún de oro.

Repito que he perdido solamente
la vana superficie de las cosas.
el consuelo es de Milton y es valiente,

pero pienso en las letras y en las rosas.
Pienso que si pudiera ver mi cara
sabría quién soy en esta tarde rara.

lunes, 19 de enero de 2009

Tres versiones para el mismo poema

LE MONDE DE THEO - LES LITANIES DE SATAN -

Diamanda Galas / Ch. Baudelaire: Les litanies du satan I/II

Theatres Des Vampires - Les Litanies de Satan

Charles Baudelaire
LETANÍAS DE SATÁN
.
Oh tú, el Ángel más bello y asimismo el más sabio
Dios privado de suerte y ayuno de alabanzas,
.
¡oh Satán, ten piedad de mi larga miseria!
.
Príncipe del exilio a quien perjudicaron,
y que, vencido, aún te alzas con más fuerza,
.
¡oh Satán, ten piedad de mi larga miseria!
.
Tú que todo lo sabes, oh gran rey subterráneo,
familiar curandero de la angustia del hombre,
.
¡oh Satán, ten piedad de mi larga miseria!
.
Tú que incluso al leproso y a los parias más bajos
sólo por amor muestras el gusto del Edén,
.
¡oh Satán, ten piedad de mi larga miseria!
.
Oh tú, que de la Muerte, tu vieja y firme amante,
engendras la Esperanza - ¡esa adorable loca!
.
¡oh Satán, ten piedad de mi larga miseria!
.
Tú que das al proscrito esa altiva mirada
que en tormo al cadalso condena a un pueblo entero,
.
¡oh Satán, ten piedad de mi larga miseria!
.
Tú que sabes la guarida donde en tierras lejanas
el celoso Dios guarda toda su pedrería,
.
¡oh Satán, ten piedad de mi larga miseria!
.
Tú cuyos claros ojos, saben en qué arsenales
amortajado el pueblo duerme de los metales,
.
¡oh Satán, ten piedad de mi larga miseria!
.
Tú, cuya larga mano disimula el abismo
al sonámbulo errante sobre los edificios,
.
¡oh Satán, ten piedad de mi larga miseria!
.
Tú que, mágicamente, ablandas la osamenta
del borracho caído al pie de los caballos,
.
¡oh Satán, ten piedad de mi larga miseria!
.
Tú que, por consolar al débil ser que sufre,
a mezclar nos enseñas azufre con salitre,
.
¡oh Satán, ten piedad de mi larga miseria!
.
Tú que imprimes tu marca, ¡oh cómplice sutil!,
en la frente del Creso vil e inmisericorde,
.
¡oh Satán, ten piedad de mi larga miseria!
.
Tú, que en el corazón de las putas enciendes
el culto por las llagas y el amor a los trapos
.
¡oh Satán, ten piedad de mi larga miseria!
.
Báculo de exiliados, lámpara de inventores,
confidente de ahorcados y de conspiradores,
.
¡oh Satán, ten piedad de mi larga miseria!
.
Padre adoptivo de aquellos que, en su cólera,
del paraíso terrestre arrojó Dios un día,
.
¡oh Satán, ten piedad de mi larga miseria!
.
ORACIÓN
.
¡Gloria y loor a ti, Satán, en las alturas
del Cielo donde reinas y en las profundidades
del Infierno en que sueñas, vencido y silencioso!
Haz que mi alma, bajo el Árbol de la ciencia,
cerca de ti repose, cuando, sobre tu frente,
como una Iglesia nueva sus ramajes se expandan.

sábado, 3 de enero de 2009

COSMOS



Derivación del nombre Del griego Kosmos, "orden"

Características Es el conjunto ordenado de todo cuanto existe en la naturaleza y coincide con el universo entero. Representa el arquetipo de cada acción creadora y el símbolo de la sacralidad universal.

Tradiciones religiosas y sapienciales Platonismo, orfismo, hermetismo, judaísmo, cristianismo, alquimia

Divinidades y símbolos Eros-Fanes, Demiurgo, Dios Padre; Caos, hombre microcosmos, huevo, vida, muerte, lucha, mal, Sofía, virtud

Es un sistema jerárquicamente ordenado por una divinidad superor y subdividido en particiones arquetípicas como el Zodíaco, los elementos y puntos cardinales.


Es el resultado de la acción organizadora de Dios sobre las fuerzas primigenias. En las antiguas cosmogonías el orden del mundo era conquistado mediante la lucha cruenta entre divinidades cósmicas contrapuestas. El primer paso de la Creación consiste en una acción de separación de los elementos primordiales: la luz de las tinieblas, el sol de la luna, las aguas de la tierra. En algunas tradiciones dicha especificación formal se originaba por un principio ordenador externo (el Demiurgo platónico, el Eros-Fanes de los órficos, Dios Padre), en otras se determinaba de la nada a través de una recomposición natural de la materia.
En la cosmología cristiana, en gran parte influida por el pensamiento platónico, el mundo es creado según un preciso modelo mental: el unus mundus, perfecto e imperecedero, que coincide con la mente misma de Dios. Para los Padres de la Iglesia el universo es el espejo en el que el Ser supremo se refleja, manifestándose a los hombres y dándose a conocer (aunque de manera gradual e imperfecta) por medio de ellos.
La filosofía renacentista de la naturaleza se basaba en dicha correspondencia: dado que el alma humana está armónicamente en sintonía con el alma del mundo, el hombre puede captar el sentido de la estructura del universo entero. El neoplatonismo florentino basó en este axioma su teoría del amor y concibió la obra de arte como una etapa de la elevación espiritual hacia Dios.

CAOS

William Blake


Derivación del nombre del griego Chaos, "abertura"


Características Representa la indistinción y la confusión de los elementos antes de la intervención de un principio organizador y el magma encendido al que son precipitados Lucifer y los ángeles rebeldes. Desde el punto de vista psíquico corresponde al estado del hombre después de su expulsión del Paraíso Terrenal.


Tradiciones religiosas y sapiensciales Platonismo, orfismo, hermetismo, judaísmo, cristianismo, alquimia


Divinidades y símbolos correlativos Érebo, Noche, Demiurgo, Eros-Fanes, Sofía, Dios Padre, Satanás, Lucifer, tinieblas, mal, Infierno, vacío, nada, vicios


Se representa con el despliegue de las fuerzas naturales y psíquicas, en las personificaciones de los vicios capitales o con las imágenes de los antiguos dioses paganos.


El caos representa la dimensión cósmica, psicológica y artística que precede a todo proceso creativo. Es un estado carente de toda organización interior, de función y finalidad, que debe ser recompuesto por un principio ordenador (Demiurgo, Eros, Dios Padre, Sofía) capaz de imponerle un plan superior. No obstante como matriz originaria es la potencialidad de la que todo deriva: el Érebo o la Noche primigenia de donde nació el mundo.

En la filosofía hermética el caos corresponde a la oposición de los elementos dentro de la materia prima, aún no sublimada por el proceso alquímico. Esta masa informe, que el artista-alquimista tiene la tarea de volvera a llevar a la perfección, deriva de la caída y del castigo de Adán como consecuencia del pecado original. En la religión hebrea el caos se identifica con el mal y con el principio negativo (lo informe) opuesto al cosmos. En el pantón griego los Titanes, personificaciones de las fuerzas primigenias que poblaban el mundo antes de la fundación del orden olímpico, son encerrados por Zeus en una prisión subterránea (el Tártaro), con el fin de limitar su acción destructiva.

Fieles a esta concepción, los artistas cristianos vieron en el caos un lugar elegido por el demonio y lo poblaron de seres monstruosos, herencia de divinidades y creencias anteriores al cristianismo.