lunes, 5 de marzo de 2012

Manuel Silva Acevedo - Poesía



DESPOJAMIENTO

Aunque me lave con jabón,
y limpie mis manos con lejía,
tú me hundes en el lodo,
y mis propios vestidos tienen horror de mí.
Job 9,30


I

Estoy desnudo ante el espejo de mi mente
quebradiza
Silentes nubes de tormenta cubren el cielo
a jirones
como abandonadas cartas de tarot

Me pregunto quién soy: ¿el loco, el lunático,
el colgado?


II

¿Dónde quedó mi fervor por la palabra,
en qué cajón del mueble de mi cuerpo,
debajo de qué ropas?

Réstame una sola muda
en mi extrema escasez indumentaria


III

Aún tengo un quehacer:
deshilvanar imágenes, descoser, remendar
y zurcir,
pegar un botón como un grito,
añadir otro parche
a mi estropeado traje de bautismo


IV

Lunes de ceniza
Pongo las palmas sobre las brasas
del infierno,
deliro de dolor:

Eli, Eli


V

Escupo al cielo
mis blasfemias se deslizan como
lenguas de fuego
sobre fragmentos de la Última Cena


VI

Visualizo un revólver
Ahora parece un crucifijo
Me lo pongo en la boca
Ahora parece un padrenuestro


VII

Estación terminal
todos los pasajeros descienden del carro
de la derrota, menos uno

La poesía me salva de morir
como un perro


VIII

Átenme bien atado
a la cordillera de los males
la nieve me sabe amarga
el mar me sabe a sangre

Todo lo que pido es un lugar en la tierra
el cielo está ocupado


IX

Zanjo en mi tierra interior
la sola fosa de mi último lecho:

cavo en la oscuridad
sudo sangre


X

Llego al convencimiento de mi total
nulidad
Reclamo mi derecho a la cruz
único asidero


XI

Peregrino chileno,
la oración me asalta en plena calle:

Señor Jesucristo, hijo de David
ten piedad de mí


DESCENDIMIENTO

Por eso yo no he de contener mi boca,
hablaré de la angustia de mi espíritu,
me quejaré en la amargura de mi alma.
Job 7,11


I

Un hombre entre enemigos
un perdulario al fin al pie de
la fosa
un hombre de jabón con la frente herida


II

Privado de recursos
presto a volar aunque
sin alas
en cruz la ira y el espanto
el belfo agónico
la garganta ahogada en vinagre


III

No tengo por costumbre abrir
las alas
Qué alas voy a abrir si están 
quebradas
Apenas sé reptar por esta tierra
El agua se arrepiente de tocarme


IV

Estos ojos rodarán por el suelo
revolcados en ceniza
así como estos montes se vendrán abajo
sin aspavientos


V

Fluir quisiera el hilo de
agua clara
mas se agolpa empapado el sudario


VI

Inalcanzables paisajes que no llego
a ver
desde la miserable estrechez
de mi cruz


VII

Islas fantasmagóricas
escollos
que apenas sobresalen
pálidas sombras
que bien pudieran ni siquiera
tocarnos
naderías en suspensión
vértigo del infierno



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